Comparto
las reflexiones de una educadora y estudiosa de la ética, la doctora en
ciencias Nancy Chacón Arteaga. En su texto, nos presenta sus impresiones sobre
lo acontecido y los vínculos entre política y educación durante la pandemia en
Cuba.
Carlos J. Delgado
27 julio 2020
Correspondencia: nchaconarteaga@gmail.com
Introducción necesaria
José Martí (1853-1895), el apóstol de la independencia de
Cuba desarrolló en su corta y fecunda vida un pensamiento revolucionario humanista,
universal y visionario, que desde una concepción política, ético-moral,
jurídica, estético-artística, científica, filosófica y religiosa, le permitió
entre sus urgencias entregar todo su empeño en aras organizar y llevar a cabo
la guerra necesaria de independencia contra el colonialismo español, y a su vez
proyectar la necesidad de la educación de las nuevas generaciones de cubanas,
cubanos y de nuestra América que expresó en su ideario pedagógico:
Al mundo nuevo corresponde la Universidad nueva. A nuevas ciencias que todo lo invaden, reforman y minan nuevas cátedras. Es criminal el divorcio
entre la educación que se recibe en una época, y la época.
Educar es depositar en cada hombre toda la obra humana que le ha
antecedido: es hacer a cada hombre resumen del mundo viviente, hasta el día en
que vive: es ponerlo a nivel de su tiempo, para que flote sobre él, y no
dejarlo debajo de su tiempo, con lo que no podrá salir a flote; es prepararlo
para la vida (Martí, J. 1975,
p. 288)
Esta concepción de educación de José Martí, en la obra
educacional de la Revolución cubana ha sido una realidad a partir del 1ro de
enero de 1959, al tener en cuenta tal y como se reconoce por el Líder
histórico, el comandante invicto Fidel Castro Ruz, desde su histórico alegato
de la “Historia me absolverá”(1953), que la educación es un derecho inalienable
del ser humano, del pueblo, lo cual es respaldado por la voluntad política
desarrollada por el Partido Comunista de Cuba y Gobierno revolucionario, plasmado
en la Carta Magna de la sociedad cubana, que en su sentido martiano recoge el pensamiento
cívico de Martí cuando dice: “Yo quiero que la ley primera de la República sea el
culto de los cubanos a la dignidad plena del hombre”(Constitución 2019, p. 2)
Lo que dejó al descubierto la COVID-19
La humanidad vive hoy la tragedia de una pandemia de alto
riesgo, conocida como enfermedad COVID-19, que ha puesto a prueba todos los
resortes y mecanismos con que cuentan los seres humanos en el planeta para
hacer frente a la misma, según la organización y gestión que para ello han
asumido los diferentes sistemas socio económicos, y las políticas de los
gobiernos y Estados a escala global.
Aún el desarrollo científico-tecnológico, la humanidad ha
llegado a la segunda década del tercer milenio con una deuda humana y
planetaria que arrastra desde el siglo XX y que ninguna de las metas
“humanistas”, “medioambientalistas” o “educativas” para el desarrollo
sostenible de la UNESCO o de la UNICEF, entre otros organismos internacionales
que proyectan metas de desarrollo humano, como la actual agenda 2030, ha
logrado cumplirse de forma homogénea o al unísono en todos los países por
igual.
Las políticas neoliberales aplicadas, en particular, de
la región de la América Latina y el Caribe, durante décadas, con gobiernos de
derecha que se han dejado llevar por los cantos de sirena del “sueño americano”
y los de sus propios intereses egoístas, han desmembrado el poder del Estado
para centrarse en el mercado, el consumo, la privatización y las pautas
dictadas a los países endeudados y dependientes por el FMI, BFI. Todo esto ha
llevado al desmontaje de los sistemas de salud, el recorte de los seguros y la
seguridad social, la privatización de la educación, entre otros despojos,
dejando este vital asunto a la suerte de cada quien en una especie de “sálvese
quien pueda”, donde los que tienen recursos y solvencia, empezando por las
clases adineradas y las élites del poder, estarán en mejor posición para
salvarse ante una situación tan drástica como la de la pandemia por la que
estamos atravesando, y ha costado millones de contagiados y fallecidos.
Lamentablemente es predominante esta situación en la
región, incluso están vivos los ejemplos de varios países que después de haber
pasado por las vivencias de gobiernos en los que la educación y la salud fueron
atendidos con una concepción de universalidad en interés de los derechos del
pueblo, como en los casos de Brasil (I. Lula), Ecuador (E. Correa), Argentina
(C. Fernández) Bolivia (E. Morales), en los que se experimentaron ciertos
avances en estos terrenos, ahora están sumidos en una catástrofe sanitaria ante
el colapso de las insuficientes estructuras de salud, la no cobertura de
seguros, la incompetencia gubernamental demostrada para el manejo de la pandemia
y la falta de garantías de salud para sus pueblos, que son entre otros, los que
más han aportado a las cifras descomunales de contagios y fallecidos en
cementerios improvisados, incluyendo la afectación del personal de la salud sin
protección institucional.
Puede decirse que en este escenario se revelan tanto los
estragos de la pandemia de la COVID-19 por su alta contagiosidad y letalidad,
así como los impactos negativos de los gobiernos neoliberales, su incompetencia
política y la falta de sustentabilidad de sus sistemas sociales (de salud,
educación y seguridad social), de desprecio al ser humano y el medio ambiente,
xenófobo y antisolidario, los que constituyen una flagrante violación de los
derechos humanos. Las posiciones de algunos presidentes fue la de minimizar la
pandemia, no propender a la protección de sus ciudadanos, ni al cumplimiento de
medidas sanitarias, con el fin de salvar a toda costa la economía de las clases
altas y el empresariado, sobre las muertes de la población pobre, de los ancianos
que consideran una carga social, de las poblaciones indígenas en sus
asentamientos, de los emigrantes, entre otros sectores desposeídos, de frente
al colapso de la salud pública y ninguna garantía o seguridad social.
No obstante, durante estos tiempos de confinamiento y
aislamiento social, también se han alzado las voces de quienes se contraponen a
todo odio e injusticias, a crímenes racistas como el del afroamericano George Floyd en Minnesota, EEUU, cuyo estallido de protestas desatadas es un grito
común contra la esencia supremacista y arrogante que históricamente ha
caracterizado no solo la política interracial en Norteamérica sino en todo el
mundo.
Aún en medio de la crisis de la pandemia, no cesa la
práctica del terrorismo de Estado y el paramilitarismo en el asesinato
selectivo de los líderes sociales en la región, como el caso de Colombia en la
etapa de “post conflicto”, después de firmado el acuerdo de Paz entre el gobierno
de Juan Manuel Santos y las FARC en la Habana; la persecución judicial de los
líderes de izquierda para sacarlos del escenario político, los golpes de Estado
y la injerencia en los asuntos internos de los países como Venezuela, Nicaragua
y Cuba, que son declarados por el gobierno de los EEUU y sus aliados, como supuesto
eje del mal. Todos ejemplifican la situación geopolítica en la arena
internacional. En este escenario, las urgencias ante el enfrentamiento a la
pandemia global requieren que por encima de toda diferencia ideopolítica se
globalice la necesaria solidaridad, la cooperación y la colaboración entre
países para su contención, Entre los países que han actuado consecuentemente
con estas urgencias y el principio de solidaridad se encuentran China, Rusia y
Cuba.
El enfrentamiento a la COVID-19
El anuncio del brote inicial de la enfermedad en la
ciudad China de Wuhan en diciembre del 2019, fue indicador suficiente para que
en Cuba se monitoreara esta situación epidemiológica y las orientaciones de la
OMS, mucho antes de que fuera declarada pandemia. Así tempranamente en el país
se daba seguimiento noticioso y de información a la población de las
previsiones y medidas tomadas por el gobierno y Ministerio de Salud Pública
para hacer frente a la pandemia cuando se detectara la entrada del primer caso
a Cuba por la frontera. Se prepararon las condiciones y las reservas para una
batalla por la vida.
En la dirección de este proceso se creó el Grupo Temporal
Nacional, presidido por el Presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel
Bermúdez y el Primer Ministro Manuel Marrero, para el enfrentamiento a la
pandemia. Contó además con la participación del Consejo de Ministros y entidades
gubernamentales que le dieron un carácter intersectorial y multidisciplinario,
articulándose de forma armónica la política, la ciencia y la tecnología, en la
elaboración de una estrategia certera donde la información, la comunicación e
interacción diaria con el pueblo por los medios de comunicación en particular
la TV, así como el accionar de los consejos de defensa provinciales y
municipales, desempeñaron un importante papel en la conducción de esta batalla
para salvar vidas.
En el artículo publicado por el Presidente Miguel Díaz-Canel
Bermúdez en coautoría con el Dr. C. Jorge Núñez Jover, Académico Titular de la
Academia de Ciencias de Cuba, se condensa una valiosa información acerca de la gestión
gubernamental y la ciencia cubana en el enfrentamiento a la COVID-19. En el se describen entre las medidas y acciones desarrolladas las
siguientes:
Reunión semanal con expertos y científicos para evaluar los resultados de
las investigaciones y su aplicación.
Activación de los Consejos de Defensa Provinciales en todo el territorio nacional.
Conferencias de prensa diarias para informar al pueblo sobre la actualización de la marcha del Plan para la Prevención y Control del nuevo coronavirus (COVID-19).
Mesas Redondas diarias para actualizar sobre diferentes temas relacionados con el Plan para la Prevención y Control de la COVID-19.
Sesión de trabajo semanal con el Grupo Asesor Económico para abordar los
temas concernientes a la estrategia de desarrollo económico social.
La estrategia epidemiológica-sanitaria, contó con tres
etapas, cada una con medidas sanitarias y protocolos médicos de procedimientos
para la detección y atención de los casos positivos que eran ingresados en los
hospitales o salas de hospitales habilitados para su atención, así como la
detección de los anillos de contactos, y de contactos de contactos, los cuales
iban a centros de aislamientos para hacerles las pruebas y estar el tiempo
reglamentario hasta confirmarse que no eran positivos para regresar a sus
domicilios.
Muchos voluntarios de centros de trabajo, docentes y
estudiantes universitarios, y organizaciones de masas de las comunidades, entre
otros, se sumaron a colaborar en estos centros de asilamiento e incluso en
algunos hospitales, previa preparación de las medidas de bioprotección y
protocolos a seguir en el rol que cada uno desempeñaría como personal de apoyo,
así como pasar la prueba PCR para confirmar su estado de salud a la entrada y al término del período de
labor, además de 15 días de aislamiento, descanso y nuevamente la prueba del
PCR para ir hacia sus casas e integrarse sin riesgo a su seno familiar.
En este arduo y sistemático trabajo, Cuba aporta un
modelo con una metodología que desarrolla en un procedimiento novedoso que son
las pesquisas diarias para encontrar entre la población que no entraban en los
círculos de los contactos, las posibles personas contagiadas, este proceso se
desarrolló por el sistema de atención primaria del médico y enfermera de la familia
en todos los territorios y localidades, incorporándose los estudiantes y
docentes de las escuelas de medicina, los médicos estomatólogos entre otro
personal a fin, que cada día tocan puerta a puerta de la vecindad. Esta acción
es respaldada por la creación cubana de una aplicación para el móvil que
facilita a quienes desean realizar su autopesquisaje de salud y registrar sus
síntomas, los que también son atendidos medicamente.
A pesar del genocida bloqueo y persecución por parte del
gobierno de los EEUU que impedía que Cuba adquiriera los materiales médicos
necesarios para enfrentar esta pandemia ya sean por donaciones o comprados, en
el país se contaba con la reserva, los medicamentos algunos de ellos de
producción cubana, respiradores, entre otros materiales necesarios para la
atención a toda la población que lo necesitara, incluyendo extranjeros
residentes o turistas en el país, totalmente gratuito como son los servicios
médicos en Cuba. En tal sentido el sistema de salud cubano da una cobertura total
sin colapsar por falta de materiales, médicos y paramédicos, ni instalaciones
hospitalarias o centros de aislamientos.
Unido a todo ello Cuba se dispuso a llevar su solidaridad
y cooperación médica a los países necesitados que solicitaron ayuda, para lo
cual se cuenta con los médicos y para médicos del Contingente Internacional de Médicos
Especializados en Situaciones de Desastres y Graves Epidemias "Henry
Reeve", creado por Fidel en agosto del 2005. La ética que preside esta obra
solidaria consiste en entender que la
solidaridad no consiste en dar lo que sobra, sino en compartir lo que se tiene. Su simbólico
ejemplo ha levantado el interés internacional de varias organizaciones y
personalidades a favor de la propuesta para que le sea otorgado el Premio Nobel
de la Paz.
La Educación en tiempos de Covid 19
Sin educación no hay Revolución. Esta máxima del
pensamiento estratégico y humanista de Fidel, está en la transversalidad de
este artículo, ya que sin una preparación sólida sustentada en el sistema
educativo cubano no pudiera hablarse de un enfrentamiento estratégico e
integral a la pandemia en el país- Todos los recursos materiales, científicos y
tecnológicos puestos en función en una unidad de pensamiento y acción como
país, son resultados de una obra educacional en la formación y preparación de
los recursos humanos competentes y con los valores que se requieren para los
modos de actuación profesionales y como ciudadanos de toda la población.
Quiere decir que la educación está en la base de la
cultura multidimensional creada por la Revolución y una conciencia patriótica,
antimperialista, responsable, solidaria e internacionalista, que posibilitó la
articulación necesaria de todos los factores para el enfrentamiento y control
de la pandemia en el país.
Pero la educación no solo está en esa base cultural, sino
que acompaña todo el proceso de preparación de la población para este
enfrentamiento no solo por las medidas tomadas, sino por la necesaria
comprensión y conocimiento de causa. La Educación como vía para la prevención y
el enfrentamiento, no solo en los mensajes de bien público, el sistema de
información interactivo del desarrollo de la estrategia, la marcha y control de
la pandemia por múltiples vías, son también acciones de un valor altamente
educativo.
El sistema de educación aún con un grupo de medidas
después de declarada la entrada de la COVID-19 al país, mantuvo las escuelas
abiertas hasta finales del mes de marzo (24), en que se decide cerrar las
escuelas, aunque mantener con un horario flexible (9am-3pm) los círculos
infantiles para dar servicio a las madres trabajadoras que estaban en puestos
imprescindibles de trabajo y no tenían con quien dejar a sus hijos en casa.
Cabe señalar que el Estado cubano garantizó el salario de los trabajadores en
condiciones de aislamiento social, por los conceptos de tele trabajo, trabajo a
distancia o semi presencial, en el caso de los docentes de todos los niveles de
enseñanza recibimos el salario devengado.
En ese momento la escuela cubana ya había abarcado
aproximadamente en todos los niveles educativos un 70% del contenido del curso,
lo que posibilitó que se pudiera dar una continuidad de clases televisivas y
actividades educativas orientadoras de cada asignaturas por grados en una
programación que alternaba en los días de la semana, las sesiones matutinas y
vespertinas en tres canales de la TV nacional (Canal educativo, Canal educativo
2 y Canal Tele rebelde), a disposición para las mismas. Todo ello fue
organizado por el Ministerio de Educación (MINED), con la participación de los
metodólogos nacionales, los tele profesores, entre otras entidades como la
empresa de Cinesoft, que apoyó con materiales audiovisuales.
Esta rápida respuesta del MINED posibilitó que los
educandos dieran una continuidad a sus estudios, mantuvieran sus motivaciones y
hábitos educativos, así como fortaleció el papel de la familia que apoyó este
seguimiento del estudio y tareas de sus hijos en las casas. Esta actividad
educativa no comprometió los nuevos contenidos ni el pase de grado de los
estudiantes, lo que siempre se previó para el momento en que se decidiera en la
estrategia de país la reanudación del curso para retomar las clases con los
contenidos y objetivos pendientes y el cierre evaluativo del curso 19-20 y el
inicio del nuevo curso 20-21.
Esta estrategia concebida por el sistema educativo
cubano, además de ser una rápida respuesta en la organización, tuvo una amplia
difusión e información que dio seguridad a los educandos, a las familias, a los
maestros y a la sociedad toda. Sirvió de base orientadora de los pormenores no
solo de cómo se desarrollaría esta etapa de estudios durante la pandemia, sino
de cómo en la reanudación, se tratarían los contenidos que faltaban de las
asignaturas y se realizarían las evaluaciones correspondientes para el cierre
del curso.
En los grados terminales se realizarían las graduaciones
correspondientes, en el caso de la continuidad de estudio del 9no grado, se
llenarían las boletas de solicitudes para hacer el escalafón de las provincias
y realizar el otorgamiento de las especialidades de estudios. En el caso del 12
grado, se facilitó la continuidad de su preparación para los exámenes de
ingreso a la universidad por la misma vía televisiva, podrían realizar sus
exámenes para clasificar en el escalafón provincial y realizar el otorgamiento
de las carreras.
De esta forma se concibe que cuando se entre en la etapa
de reinicio de las clases, se conciben 10 semanas para continuidad y cierre del
curso 19-20 y posterior a ello el inicio del curso 20-21 que se realizaría en
menos semanas que el fondo de tiempo habitual, en este caso es de 38 semanas.
Esto conllevó a la convocatoria por parte del MINED de
los directores de los niveles educativos (Educación primaria, Secundaria
Básica, Pre universitario, Educación de Adultos, la Educación Técnica y
Profesional y las Escuelas pedagógicas), a los metodólogos nacionales de las
disciplinas, a los presidentes de las comisiones nacionales de los planes y
programas de estudios de las diferentes disciplinas y a los docentes de los
colectivos de autores de los programas y libros de textos escolares de las
mismas, acompañados por los directivos del Instituto Central de Ciencias
Pedagógicas ICCP y los Presidentes de las comisiones de la Universidad de
Ciencias Pedagógicas “Enrique José Varona”, para que a partir de la
remodelación que se había hecho con vista al perfeccionamiento del sistema
educativo, que debía empezar a generalizarse en el curso 20-21 (proceso que
quedó aplazado hasta que existan las condiciones para implementar la
transformación curricular elaborada y experimentada en escuelas del país), se
hicieran los reajustes a los programas vigentes con las actualizaciones y/o
modificaciones posibles, para introducirse en el desarrollo del curso en el
tiempo previsto y atendiendo a las exigencias de las medidas y protocolos de
las condiciones de postpandemia en que se desarrollará dicho curso escolar.
Los reajustes implican que los programas tienen una
cierta reducción en horas clases, las que se realizarán en días y sesiones
alternas para cada grado, por lo que los estudiantes no irán todos los días en
doble sesión a la escuela, sino a las que les corresponda a su grado, según la
planificación y organización escolar, para cumplir con el distanciamiento que
requieren los procesos educativos en la escuela en estas excepcionales
circunstancias. Se mantiene el sistema de apoyo de actividades educativas y
clases por la TV según se diseñe por las frecuencias de horas clases que tiene
de cada disciplina en el reajuste de los programas y su dosificación en el
curso. A la vez las direcciones de educación provinciales y los gobiernos de
cada territorio, realizan un gran esfuerzo en la remodelación constructiva de
algunos centros educativos para alistar las condiciones y cumplir estos los
requerimientos establecidos en el reinicio de las clases.
Obviamente que la puesta en práctica de estos reajustes
curriculares, solo será posible si se logra previamente la preparación
metodológica y didáctica de todos los directivos y el personal docente que
deben llevar a cabo el desarrollo de estos contenidos en sus escuelas, así como
de las estructuras provinciales y municipales de Educación en todo el país.
Esto último está previsto realizarlo como es habitual en la semana de
incorporación de los docentes, posterior a sus vacaciones y antes del inicio
del curso escolar, aunque ya desde la primera etapa de la nueva normalidad en
el mes de julio 2020 se iniciaron las capacitaciones a nivel nacional por vía
televisiva para precisar los reajustes curriculares que incluyen la evaluación
y las nuevas formas de trabajos a los diferentes niveles educativos.
En el caso de la Educación superior, al tiempo del
reinicio del curso se prevé 11 semanas para culminar las disciplinas que
quedaron pendientes y sus evaluaciones del 2do semestre interrumpido por la
pandemia y a continuación se da inicio al curso 20-21, con unas 30 semanas. Por
ello los jefes de disciplinas y docentes de cada universidad realizan los
reajustes de sus programas para adaptarse a esta reducción de horas lectivas.
En este caso los docentes durante la etapa de pandemia y
aislamiento social, han trabajado en los informes de la validación de los
programas de todas las disciplinas de las carreras del nuevo plan de estudio E
que ya han culminado el 4to y último año de ejecución (tiempo de la cohorte
primera edición de la carrera) y sobre la base de las experiencias y sugerencias
de mejoras de los propios docentes, se han hecho las modificaciones y el
perfeccionamiento de los programas que se desarrollarán aunque reajustados en
horas en este nuevo curso escolar post pandemia 20-21. Para esta labor los
colectivos de las comisiones nacionales de las carreras trabajaron a distancia
por vía de grupos de WhatsApp y el correo electrónico para el intercambio de
ideas y documentos elaborados.
Puede decirse que en Cuba la política de gobierno en el
enfrentamiento a la COVID-19, desarrolló una estrategia que dirigida por el
Grupo Temporal Nacional, logró articular el Consejo de Ministros, el sistema de
defensa y de seguridad nacional con sus consejos de defensas provinciales, que
garantizaron el aseguramiento, seguimiento, evaluación y control de todas las
medidas paso a paso en cada etapa, proceso que se caracterizó por la
transparencia e interacción con la ciudadanía, lo que contó con la unidad y
apoyo del pueblo.
Cabe señalar que no siempre la ciudadanía manifestó la
necesaria percepción del riesgo ante las características de alta contagiosidad,
letalidad y asintomaticidad en un significativo porciento de personas
diagnosticadas como positivas, por lo cual algunos de forma irresponsable
incurrían en el incumplimiento de las medidas de aislamiento y protección
epidemiológicas, no obstante, siempre tuvieron un tratamiento persuasivo,
preventivo, informativo y educativo para corregir los comportamientos
inadecuados. En ocasiones, según la magnitud de la transgresión también se
aplicaron multas o procesamiento judicial por incurrir en el delito de
violaciones de la Constitución y leyes sobre riesgo y propagación de epidemias.
En general el sistema de salud cubano y el sistema
educativo en una mancomunidad de las conquistas, garantías y seguridad social
del pueblo cubano, demostraron su efectividad en la cobertura total que dan al
pueblo, sin distinción ni discriminaciones de ningún tipo. Son resultados de un
sistema socialista donde el ser humano se reconoce en su justo valor y dignidad
humana, que ha logrado una vez más salir adelante pese los daños humanos,
económicos y sociales provocados por el impacto nefasto del genocida bloqueo
yanqui, arreciado en tiempos de pandemia, con el ansiado fin de acabar con el
pueblo cubano y su Revolución de conquistas sociales.
Ni el silenciamiento de los éxitos y logros de Cuba en su
enfrentamiento a la pandemia por los grandes medios de la información global,
las campañas de descréditos sobre las fortalezas educativas y científicas
cubanas, así como de sus médicos solidarios, ante el hecho real de la Brigada
Henry Reeve en más de 30 países del mundo salvando vidas, pueden esconder las
verdades y razones del pueblo cubano. Ellos quedan demostrados en el modelo
gubernamental sistémico e integral con que se enfrenta la contingencia de la COVID-19,
con métodos de dirección democráticos y estilos de gestión y de participación
ciudadana en una responsabilidad compartida y comprometida con el logro de los
mejores resultados, y la preparación de todos para transitar por las etapas de
la recuperación gradual y asimétrica de la “nueva normalidad”, como se denomina
el restablecimiento de la dinámica y funcionamiento de toda la sociedad, entre
medidas organizativas y protocolos sanitarios para cuidar no tener rebrotes de
la pandemia.
En todo ello la Educación sigue ocupando un lugar
estratégico como sustento del desarrollo cultural y humano de los cubanos y
cubanas de estos tiempos y los venideros con preparación, entereza y amor, para
la realización de sueños y esperanzas, hacer valer la justicia, la dignidad
humana, la solidaridad y la paz en Cuba y el mundo.
Nancy Lucía Chacón Arteaga
28 julio 2020
Referencias
Martí, J. (1975). Obras
completas [28 tomos]. Tomo 8. La Habana: Ciencias Sociales.
Constitución
de la República de Cuba (2019). http://www.granma.cu/file/pdf/gaceta/Nueva%20Constituci%C3%B3n%20240%20KB-1.pdf
Castro, F. (1960). Discurso
pronunciado en el acto celebrado por la Sociedad Espeleológica de Cuba, en la
Academia de Ciencias. La Habana. http://www.fidelcastro.cu/es/discursos/discurso-pronunciado-en-el-acto-celebrado-por-la-sociedad-espeleologica-de-cuba-en-la
Díaz-Canel Bermúdez, Miguel y Núñez Jover, Jorge (2020). Gestión
gubernamental y ciencia cubana en el enfrentamiento a la COVID-19. Anales de
la Academia de Ciencias de Cuba; Vol. 10, No. 2 (2020): especial COVID-19. http://www.revistaccuba.cu/index.php/revacc/article/view/881/887
Muy bien por la Dra. C. Nancy Chacón Arteaga la concepción del humanismo presente en el sistema educativo cubano.
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